Una de las sensaciones más placenteras que he experimentado en mi vida, ha sido estar sobre las tablas y gracias a la danza, poder expresar mis sentimientos con LIBERTAD

sábado, 12 de diciembre de 2009

Al final, si todo sale bien, nuestros queridos mayores, ¡SI TENDRAN UN PRECIOSO REGALO!


      Este año , tenía pensado montar una obra de teatro , en la casa de nuestros queridos mayores, tan sabios y con tanto que contar, que son merecedores de todo nuestro afecto y cuidados. Les admiro, porque bajo esos cuerpos frágiles de cristal, se esconde tanta sabiduría, tantos secretos y recuerdos, sueños de otro tiempo, anécdotas, experiencia, esperanzas, alegría, amor , mucho amor para dar, y necesitan tanto amor y escucha que recibir...

       Pero; el poco tiempo del que disponía, lo tarde que me puse a seleccionar los materiales, mi "sospechosa  gripe A",  que me postró en cama, para luego, no ser tal cosa, hicieron que a pesar de la ilusión de una de mis actrices y un actor especial, que estaba, para mi sorpresa, muy entusiasmado con el proyecto, tuviésemos que abandonar.

          Sin embargo como en Navidad,  (debe ser cierto), todo es posible, ayer en un  conocido centro comercial, me encuentro a un gran amigo, y me pregunta si sigo con "el tema de los ancianos", y de forma totalmente gratuita y deinteresada, se ofrece a presentar con su hijo, (un "pequeño" y digo pequeño, porque para mi nunca crecerá, aquel precioso niño, expresivo ya entonces, y por el que daba todo por tenerlo en mis brazos, cuando era tan risueño y chiquitín), un precioso espectáculo de Magia, como regalo para nuestros queridos abuelos.

          Me entusiasma la idea, porque conozco la calidad del artista, y  nos ponemos manos a la obra... El lunes, sabremos si hay espectáculo, pendiente de concretar horarios y disponibilidad.

           Hasta entonces,  me conformo, con la ilusión de poder llevarlo a cabo.

Si queréis un avance, ahí lo tenéis...


Si se realiza, estáis todos invitados, para acompañarles.

          Después de tiempo, por circunstancias, que no vienen al caso, he vuelto a pensar en ellos, en que  son nuestros vecinos, al lado de nuestras casas,  pidiéndo a gritos que les escuchemos y ni siquiera les oímos. (bueno, eso si, y a veces: en Navidad )

           Pero están ahí todo el año, esperando compañía y conversación.

           En otro tiempo, acudía allí con asiduidad, con una guitarra y una ilusión, (que pasasemos un rato agradable). Y digo pasásemos porque casi disfrutaba más yo que ellos. Recuerdo que tenían dos pandillas de mujeres enfrentadas , y me metían en medio, ..., me costaba salir airosa del tema, no crean, ¿eh?.

            Otras veces les daba de comer. Eso me gustaba menos, aunque sabía que también lo necesitaban, porque era donde me daba cuenta de como física y psíquicamente todos nos vamos deteriorando y veía sufrimiento, en algunos de esos mis "chavalitos" (aportación de Porto que me ha gustado), cuando eran conscientes de que sus finos músculos y sus huesudas manos, que en otro tiempo habían sido fuertes, para crear familias y trabajar duramente, no eran capaces ya, de mantener erguido el "tremendo" peso de una cuchara, con 10 ml de caldo.

         También les ponía el pijama o camisón y les arropaba, y recuerdo a una mujer de 100 años, que mientras yo le ayudaba, ella, como un ángel, cantaba tierna y con una voz , un tono y un gusto exquisito, canciones de su pais natal (Inglaterra)

No quedarán en recuerdos...

                                               ¡¡¡Aún queda mucho por hacer...!!!

2 comentarios:

Portorosa dijo...

...y recuerdo a una mujer de 100 años, que mientras yo le ayudaba, ella, como un ángel, cantaba tierna y con una voz , un tono y un gusto exquisito, canciones de su pais natal (Inglaterra)


Qué bonito.

MargotF. dijo...

Así lo sentía yo.


Gracias